Carlo Tivioli fundó su marca en 1970. Su maestría en la artesanía y su infinita creatividad le permitieron distinguirse en la escena de la Alta Moda italiana durante su era más prominente. Pionero de muchas técnicas artesanales, se adelantó a su tiempo, siempre ofreciendo un producto innovador usado por la élite mundial y deseado por todas las mujeres. Después de una carrera de 45 años, ha pasado las riendas a su hijo Clemente Tivioli. Clemente creció en el taller familiar observando a los sastres practicando su oficio y comenzó a trabajar para la empresa desde joven. Continuar en los pasos de su padre fue "la elección más natural que podía hacer".